Es difícil comprender entre que es la ayuda y los ayudadores.
Estamos insertos en una cultura que hace culto y gran valoración de las personas que ayudan, se las considera buenas personas, sensibles y solidarias.
Hay una gran confusión, ya que esta mirada, no ayuda ni al que ofrece ni al que recibe la ayuda.
Bert Hellinger demuestra en su trabajo, Los órdenes de la ayuda, como aplicarlos en el campo de las constelaciones familiares. Allí podemos ver cuál es el amor que mueve a actuar a alguien hacia un estado de adulto. En la ayuda quien lo hace acompaña, ve la realidad del otro.
Hellinger explica que el amor ciego, no puede ver al otro, solo está atrapado en sus propias carencias, y desde ese lugar ofrece ayuda. Son los ayudadores que solo pueden verse a sí mismos, con las mejores intenciones creen que ayudan.
Es un mecanismo inconsciente, siente placer en ofrecer su ayuda a otros.
La ayuda que vemos en un facilitador de constelaciones familiares, tienen un orden y actúan desde un amor claro, que reconoce al otro como es, ve la fuerza que tiene la persona para transitar aquello que le toca, no es mirado como un niño desvalido. El que está en lugar de la ayuda tiene enfrente a un adulto, respeta su destino y acompaña en algunos momentos, para el que pide ayuda, reconozca su fuerza genere confianza en sí mismo e impulse su propio crecimiento, descubriendo cuales son sus recursos y se sienta útil a pesar de las difíciles circunstancias y pueda resignificar eso como una oportunidad.
Aprenda a generar la autonomía suficiente para tomar en sus manos su vida y que esto depende de él, y los que están a su alrededor pueden brindar apoyo para recuperarse de aquello que le toca vivir.
El pilar fundamental de estos ordenes es que se haga RESPONSABLE DE SU VIDA, solo así podrá encontrar la solución a sus problemas, sin esto se vuelve una carga para quienes pretenden ayudarlo transformándose en un niño carente de fuerza, es desde la carencia como la dinámica de quien da y recibe ayuda se retroalimenta.
Hay posibilidad de salir de esta dinámica? Una manera de corrernos es aprender a RESCATARNOS, este aprendizaje posibilita a desarrollar recursos nuevos.
Este entrenamiento nos posiciona en seres responsables y con fuerza para recorrer la vida y asentir a nuestro destino.
Alda Miccolis