El Presente

Denominamos presente a un tiempo que abarcamos, en el que podemos movernos con seguridad porque el “de dónde” y el “hacia dónde” nos parecen posibles de aprehender, porque la experiencia la podemos sentir y porque el transcurso nos parece manejable.

Puede ser pasajero como también duradero.

Siempre está presente una meta cuando transitamos un camino hacia ella. Lo mismo se da con un mandato o una misión. Incluso habiendo alcanzado la meta sigue estando presente como realización. Por lo tanto, también tenemos presente aquellos que hemos aprendido, ejercitando y aplicado en la práctica durante mucho tiempo. Por lo tanto el saber, el conocimiento y la experiencia están presentes y nos acompañan cuando dependemos de ellos.

También la verdad la tenemos presente cuando se impone y nos obliga a reconocer y a actuar.

A nuestros padres siempre los tenemos presentes, no importa si aun están vivos o fallecidos hace mucho tiempo. Están presentes simplemente por el hecho de que en nosotros siguen vivos y de esa manera nos acompañan durante toda la vida.

Pero por sobre todo tenemos presente al amor precisamente cuando la persona amada, en su esencia, la vivenciamos como tú, cuando ella está relacionada con nosotros y nosotros con ella de manera duradera, como realización y obligación durante toda la vida.

Es decir, que más allá del presente fugaz, también hay un presente que permaneces dependiendo de cuán profundo nos toca y nos demanda durante toda una vida. Los hijos son un presente así para sus padres, y el hombre y la mujer lo son cuando se dan el Sí.

Incluso en el caso de que más adelante se separen, también después permanecen presentes el uno para el otro.

También a la muerte siempre la tenemos presente. Mismo si la desplazamos o incluso la negamos, la fuerza que necesitamos para hacerlo nos muestra cuán cerca y presente sigue estando en todo momento para nosotros.

También lo divino, por más lejano e inaccesible que siga siendo para nosotros, en el presentimiento siempre lo tenemos presente, sobre todo cuando llegamos a nuestros límites.

También una fe o una convicción está presente para nosotros. Mismo cuando tal vez después de cierto tiempo descubrimos que es insuficiente o está equivocada, sigue siendo parte de la vida por haberla superado y, al igual que los otros recuerdos, permanece presente.

De la misma manera también de la naturaleza y la patria, nuestra lengua materna y la cultura en la que nos criamos permanecen presentes para nosotros mientras estemos con vida.

Entonces, ¿Qué significa el presente para nosotros? En él se condensan lo pasado y lo por venir convirtiéndose en nuestra vida. El presentes, eso es nuestra vida.

 

Circulo Cumplido – Bert Hellinger