La seguridad

Algunos manejan los movimientos del alma que se muestran en las constelaciones familiares como si fuesen un niño que ve el mar por primera vez. Asombrado se expone a la expansión y presiente la profundidad. Pero luego toma su pequeño balde, lo llena con esa agua, regresa y dice: “Mira, esto es”.

Pero otros se animan a salir al mar abierto, se entregan al viento a la tormenta, a la calma, flotan hacia lejanías desconocidas y regresan transformados. Pero cuando cuentan algo cerca de eso a aquellos que se quedaron, tal vez estos digan, con miedo: “Eso no existe”.

Libro Circulo Cumplido Página 71

-Bert Hellinger