El amor entre hermanos es muy fuerte, tal es así que en muchas ocasiones cuando un hermano muere, otro busca ocupar su lugar, no sienten permiso para ser feliz y buscan compensar esa pérdida desde la dinámica “yo como tú” se puede manifestar en fracasos, depresión y otras maneras de mostrar amor, un amor infantil que no ayuda.
El primogénito es el que hace el lugar para la llegada de otros hermanos, y es el que mayor carga lleva, incluso el destino de remplazar a parejas anteriores de sus padres, cuando ellos no pudieron darle el lugar a esa pareja y cerrar esa relación, porque fueron excluidas, olvidadas, ese hijo que remplaza a una pareja anterior no se siente hijo, se siente novio o amigo de alguno de sus padres, crece en rivalidad con sus padres y eso lo traslada a una rivalidad hacia el mundo.
Ese niño existe gracias a que esa pareja anterior se retiró y dejo lugar para el padre o la madre, el primogénito es el que transformo a esa pareja en padres.
los hermanos siguientes sienten un gran amor al hermano mayor y a los más pequeños les cuesta mucho tener más éxito que un hermano mayor. Se sienten culpables, el menor es el que recibe más amor, y por esto siempre se siente en deuda hacia sus hermanos mayores, este es un motivo por el cual deja de respetar el orden entre hermanos y llevan la mayor carga de sus hermanos mayores.
Es por eso que que en forma inconsciente le dice “Te prometo que no seré más feliz que tu” y eso se ve en las constelaciones cuando se presenta algún tema entre hermanos las intrincaciones que muestran la ilusión de creer que el lugar de llegada no es importante y que son todos iguales.
El desorden entre hermanos es muy común y lleva a todos en muchas ocasiones a llevar vidas difíciles, peleas interminables, que generan un gran malestar en todo el sistema. Es en una constelación familiar que podemos ver que “SOLO EL AMOR NO ALCANZA”, para que fluya el amor lo más importante es el orden.
Alda Miccolis