Los sentimientos según Bert Hellinger se pueden diferenciar entre sentimientos primarios que llevan a la acción y dan fuerza pero duran muy poco y son simples, no requieren explicaciones largas, son los sentimientos sin dramas excepto que se trata de algo realmente trágico y generar siempre empatía en el otro coincidir aunque la persona que nos muestra es fuerte y es una sentimiento primario y esto se puede sentir y se puede ver también que alguien puede estar con los ojos abiertos sintiendo eso que le está sucediendo, en cambio en sentimientos secundarios sustituye a la acción y se debilita a las persona y sirven a la persona para sufrir mucho tiempo, necesitan convencer al otro de que uno mismo no puede actuar, son exagerados, dramatizados incluso los presentes se sienten débiles también y generalmente se expresan con los ojos cerrados, la fricción secundaria ejemplo la auto compasión, la venganza, la rabia, el sufrimiento, diferenciar entre los sentimientos primarios y secundarios es importante porque uno puede darse cuenta si la persona sale de ese sentimiento rápidamente o queda atrapado en un sentimiento secundario, luego tenemos los sentimientos sistémicos que se adoptan de otras generaciones por identificación con alguna persona anterior entonces se adopta ese sentimiento que lleva a esa persona la cual no se pudo ver
La persona está fuera de sí en agenda sin que otros puedan hacer algo y ahí se puede reconocer también un sentimiento adoptado, son sentimientos sistémicamente adoptados.
Los sentimientos congelados quedan así por hechos traumáticos donde algo que sucedió o una acción no pudo llevarse a cabo entonces la persona por ese mismo trauma entra en un congelamiento.
Esto siempre es importante tenerlo en cuenta por que la persona no puede ser confrontada a un hecho traumático sin hacer todo un trabajo previo a no ser que también se pueda trabajar con el trauma sin saber cuál es el trauma entonces en una constelación familiar o un trabajo de movimiento sistémico se puede trabajar sin buscar el trauma en sí mismo.
Alda Miccolis