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Estamos entrando en una nueva década, cada final e inicio es una nueva oportunidad de agradecer lo aprendido hasta aquí, tomamos todo lo que se nos dio en el tiempo de 1900 grandes pensadores y descubrimientos que ayudaron a la humanidad a avanzar, fue la exaltación del pensamiento la razón, desde el 2000 comenzamos a incorporar algo nuevo, descubrimos una mayor sensibilidad a las diferentes energías, buscamos acercarnos a la espiritualidad y cómo llevarla a la vida cotidiana, aprendiendo diferentes recursos, meditación, constelaciones familiares, biodecodificacion, mindfulness, investigamos en nuestro árbol genealógico para conocer nuestras raíces. Una búsqueda de mayor conocimiento de nosotros, de estar más conectados con un mayor bienestar, despertamos a una nueva manera de sentir. Hoy todo eso ya está en nosotros, estamos preparados para pasar a un nuevo tiempo, en el 2020 se abre una nueva oportunidad. Ampliar el horizonte para tener una nueva mirada, pasar de seres pensantes a vibrantes, esta nueva década se abre a una expansión de la conciencia, sin olvidar la singularidad de cada uno de nosotros, se trata de recuperar los vínculos transgeneracionales a los que nuestra cultura ha vuelto la espalda. Vivimos un período de profunda transformación, facilitar el arraigo de las personas en su historia forma parte de un retorno al origen y un salto a vivenciar que somos parte de un movimiento del espíritu. Sera la manera de integrar los opuestos, reconciliarnos con esa forma de mirar, bueno – malo, viejo – nuevo. Dejemos que la frecuencia 2020 nos lleve a un nuevo tiempo de mayor consciencia. Comprender que somos parte de un destino colectivo, nos ayudará aportar a la sanación colectiva y en consecuencia a nuestra propia sanación.
-Alda Miccolis