Podemos ver tres tipos de destino, El de pareja, que se unen por amor, el del país de origen, y el destino familiar. Todos los seres humanos están enlazados al destino familiar, con toda su historia con todo el orden y desorden que lleva cada familia, el sistema toma a algún miembro cuando dentro de esa familia alguien fue excluido, para que tenga la posibilidad de cambio, es el único destino posible de modificar, ya que podemos comprender a través de las Constelaciones familiares, donde hay excluidos, traumas, o algún miembro que ocupa el lugar de algún ancestro, porque se lo dejo fuera de esa familia por las razones que sean. Los órdenes del amor de Bert Hellinger, muestra en las constelación como todos tienen el mismo derecho a pertenecer, haya hecho lo que hay hecho.
Tenemos el destino del país donde nacemos, momento histórico y planetario y ese destino no puede cambiarse, aunque nos vayamos a otro país, nuestra pertenencia y por ende nuestra fuerza esta en nuestro país de origen.
El otro destino es el de pareja, las familias detrás de cada miembro de la pareja están enlazadas y buscan una solución a un problema con ayuda de la familia de la pareja, por eso la unión no es solamente la del hombre y mujer sino la del sistema del hombre con el sistema de la mujer, crecen cada uno con los destinos del otro y forman una comunidad de destinos. Esto se verá en los hijos de la pareja. Este destino no puede cambiarse, ya que los dos se encuentran para trabajar algún desorden, es la manera de crecer.
En la pareja encontraran que muchos de los temas no resueltos del sistema familiar, lo llevara por amor a sus padres los hijos, tomar esa oportunidad de que los padres resuelvan algún desorden y mirar que pide ese sistema.
Comprender lo que muestran los niños con sus conductas será un regalo y la oportunidad de incluir, reconocer, honrar aquello que paso en cada una de la familia de origen .Liberar a los niños y nuestro sistema de fidelidades que tal vez de otra manera no hubiéramos podido resolver.
Tener el coraje para decir Si! Al destino que nos tocó, es una gran puerta que se abre al amor a todo como es y a la sanación.
-Alda Miccolis